domingo, 29 de marzo de 2015

Pastilla contra el pánico escénico


Esta pastilla cura efectivamente y es un recurso sustentable e inagotable porque, uno la toma y la toma, y el frasco sigue lleno, sí. Además es una pastilla mutante, porque a medida que uno la usa, va cambiando sus efectos. Ah! Por supuesto, tiene efectos colaterales, pero son todos positivos y enriquecedores para el organismo
La pastilla contra el pánico escénico tiene 3 componentes:

1. Ensayo y más ensayo

2. Orden

3. Concentración o aislamiento

Bueno, como introducción ya está bueno. Perdón a los que cayeron por el título, pero me parece que es esta pastilla y no otra, la que sirve para hacer una presentación brillante, que nos deje satisfechos y con ganas de ir a celebrar al carnaval más cercano.

Los que han pasado por la experiencia de hacer una presentación sabrán que en los momentos previos a nuestra salida al escenario hay carreras, prendas de ropa perdidas que uno acaba de dejar en la silla, integrantes que han desaparecido sin dejar rastro, voces agitadas y superpuestas para dar indicaciones de último minuto... en fin, para caer fulminado. Pues bien, si tomaran la pastilla, nada de eso sucedería.
1. Ensayo y más ensayo

Quien forma parte de un grupo con pretensiones de actuar en público debe asumir que deberá dedicar parte importante de su tiempo al ensayo de su arte, un ensayo constante y disciplinado . Hablo de ensayo desde el momento en que uno comienza a formar parte del grupo; no del ensayo a una semana de la actuación. Quien no entienda esto está frito: no se salvará del dolor de estómago ni del bloqueo. Aprender una coreografía, por ejemplo, toma un par de semanas de ensayo diario, aproximadamente de una hora, sin contar con los ejercicios de calentamiento previo (unos 30 minutos) . Cuando hablo de "aprender" me refiero sólo a la memorización de los pasos, desplazamientos y combinaciones varias. Sin "bailar" todavía. La memorización es más fácil si uno se apoya con apuntes. Cada uno tiene su estilo, lo importante es que uno anote paso por paso la coreografía. Luego, en los ensayos, uno lee los apuntes y luego, si está empezando, prueba haciendo los dos primeros pasos, luego agrega el tercero y empieza de nuevo, y así, hasta que puede repetirlos sin leer. Todo esto sin música. Cuando uno se siente seguro, pone la música y recomienza. ¿Duro? ¿Exagerado? Prueben a aprender sin anotar, o sin bailarlo, sólo leyendo y pensando que cuando les toque lo harán bien. O mejor aún, retírense del grupo y dedíquense a otra cosa.

Cuando uno ya se ha aprendido de memoria la coreografía, es decir, puede ejecutarla automáticamente, sin pensar, incluso pensando en otra cosa, ya podemos empezar a bailarla, es decir, a disfrutar de los movimientos y a expresar emociones. Una prueba de fuego que indica nuestro avance es bailar la coreografía con un tema diferente al elegido para la presentación. No importa cuál es. Si tiene distinto ritmo, mejor. A veces se obtienen pequeñas recompensas muy regocijantes.

En medio de los ensayos, compartir un chocolate o improvisar una alfombra mágica resulta gratificante tanto para el cuerpo, que descansa y se repone, como para el espíritu, que se relaja y se contenta

En cuanto al día de la presentación, si se ha cumplido con los preceptos anteriormente descritos, podrá relajarse uno, yendo en primer lugar a ver el escenario y trabajar en él, para adecuar los desplazamientos, probar la luz, los espacios y los tiempos. Si uno puede ir el día previo a este escenario, mejor; si no, basta con estar allí unas horas antes.


2. Orden

Esto vale para el día de la presentación. Consiste en que cada integrante debe tener disponible y a punto todos los elementos que necesitará:

- Tema de la coreografía: no exagero si propongo tener el tema en dos formatos por lo menos, esto es, primero en disco, debidamente grabado en un disco virgen impoluto y de buena calidad, debidamente caratulado y guardado en el estuche apropiado. En realidad, propongo tenerlo grabado en 2 discos. Sí, porque a veces los equipos del sonidista son extraterrestres y no reconocen el formato o las pelusas del lector etc, etc. Misterios insondables. Aparte de los discos, sería buena idea tener grabado el tema en un pendrive o dispositivo similar, que en caso de emergencia (pérdida, olvidos, accidentes físicos en el disco) nos permita ir a un ciber y pedir que graben de nuevo el tema.

- Vestuario: Conviene hacer una lista que uno irá chequeando cuidadosamente para no olvidar un pañuelo, una pulsera o un botón. Todo debería ir en lo posible en un solo bolso o maleta, de preferencia ordenado en bolsas apartes: ropa principal, accesorios, maquillaje)

- Elementos: Si bailas con sable... bueno... Dejémoslo... En fin, guardar con anticipación nuestros elementos de baile

- Utilería: Caben aquí todas las cositas que uno debería tener en su poder el día de la presentación: aguja e hilo, tijeras, y esto por razones obvias ("¡Ayyy, se me despegó el botón del sostén!!" o "¡¡Dios mío, me pisé la falda y se rompió la basta!!" ) Caben en esta categoría los imprescindibles alfileres de gancho, que sirven para todo, incluso para enganchar un espíritu alicaído. Quitaesmalte, espejos, toallas demaquillantes, algodón o papel higiénico... bueno, la lista seguramente es más larga.

En el salón de vestuario, o salita o pasillo o rincón donde estamos preparándonos el día de la actuación, es necesario que uno extienda (en la silla, percha, suelo o pared) todas las prendas de ropa y elementos que usará. Generalmente uno usa dos o incluso más trajes o combinaciones. En este caso, ordenar la ropa por baile: falda, encima el corpiño, al lado los adornos y al otro lado el o los elementos. NADIE DEBE ALTERAR ESTE ORDEN, bajo peligro de ataque cardíaco. Ahora, si compartimos todos los artistas el mismo espacio, a resignarse y tomarse un espacio y plantar la bandera. Pero sea cual sea el lugar, y sea como sea, el ordenar nuestra ropa y elementos accesorios es vital para asegurar la tranquilidad.

3. Concentración o aislamiento

Quiero decir que el día de la presentación el artista debe estar en reunión consigo mismo desde temprano: pensando sólo en la actuación y sus alrededores, total, la política nacional e internacional ha sido, es y seguirá siendo así, desde Caín hasta el último sobreviviente de la guerra nuclear.

Ahora, si se trata de un grupo, es mayor la necesidad de estar reunidos. Si el lugar de la presentación es en la misma ciudad, bastan unas 3 horas. Si es en otro lugar, el tiempo aumenta y también las condiciones: viajemos todos juntos hasta la ciudad y el lugar de la presentación, estemos juntos, ensayemos, vistámonos, maquillémonos, comamos algo, descansemos, conversemos, riámonos, en fin. En una situación así, el tiempo transcurre de otro modo y siempre, siempre alcanza justo. Además, esta concentración hace que, poco a poco, la temperatura y el ritmo del grupo vaya homogenizándose, porque cada quien dejará de a poco los problemas e inquietudes que trae desde su hogar y la cercanía entre los integrantes acentúa el espíritu de comunión que dará como producto final una presentación sin manchas

Cómo convertir una actuación en desastre

1. No estar completamente preparados ( o sea, no tener memorizada la coreografía ni tener habilidades para la improvisación)

2. No probar el escenario donde actuaremos. Confiar en nuestra capacidad de adaptación

3. Llegar a última hora al lugar de la presentación, sin tiempo para ensayar en el escenario, probar lo que haya que probar ni tampoco para vestirse ni ordenar

4. Durante el ensayo del día de la actuación, repetir frases como: "Yo sé que se me va a olvidar" "Estoy súper nerviosa" "¡¿Y si se me olvida el paso cuando estemos arriba?!" etc.

5. Dejar nuestras cosas en cualquier lado, confiando en que otro me ayudará a buscarlo cuando sea la hora

6. Estar de mal humor o irritable por cualquier razón

7. Hacer cambios de último minuto

8. Salir a comprar algo allí a la esquina y decir "vuelvo enseguida"

9. Esperar hasta el último minuto para entregar nuestro tema al sonidista y peor aún, no hacer una prueba de sonido porque, total, en nuestro equipo sonaba bien... ay ay ay ay.......

10. Dejar que nuestros miedos e inseguridades se tomen el mando. ¡Ponte firme, carajo! Tú mandas y te tiene que salir perfecto porque te has preparado.


Si a pesar de todo...

Es posible (demasiado posible) que algo salga mal: sonido de ultratumba, tema equivocado, corte de luz, terremoto, otro artista histérico que pasa corriendo y te pisa el vestido y lo rompe un poco, presentadores que dicen barbaridades al presentarte...

Bueno, para todo esto, existe un hecho irrefutable y es que tenemos un cerebro capaz de procesar rápidamente la información y los estímulos y crear respuestas adecuadas para salir el paso. Parece contradictorio, considerando todo lo que he dicho más arriba; pero no. Una cosa es estar muy preparada y que los demás cumplan con su trabajo (en cuyo caso, si hay errores tuyos se deben a ya sabes qué) y otra es estar muy bien preparada y que la organización esté al mando de otro y que ese otro o los otros sean unos "relajados" y ahí te quiero ver; es en estos casos donde puede fallar algo que no depende de ti y es ahí donde tienes que estar preparada y para eso es que te sirve el cerebro que tienes. Todo eso comienza dibujando una sonrisa mientras tomas aire suavemente y piensas que, después de todo, sólo se trata de una presentación, en una ciudad perdida en un planeta perdido en la vastedad del universo donde ese desastre no afectará ni siquiera la rotación de la Tierra. No podemos controlarlo todo, específicamente lo que no depende de nosotros.

Madre mía cuánto he hablado!

domingo, 15 de marzo de 2015

El trabajo de suelo


Texto escrito por Morocco


Algunos dicen que no se corresponde con el espíritu de la Danza Oriental, debido a la vulgaridad que ostentan algunos movimientos y actitudes: es como ofrecerse al mejor postor. Lo que sí corresponde es la elegancia, el recato, la gracia con que la bailarina se desplaza por el escenario . En esto tienen razón los que se oponen: nada más vulgar y lejano a la Danza (cualquier danza) que una mujer de rodillas o de espalda, moviéndose con espasmos mientras mira con ojos de femme fatale a la audiencia, que se siente confundida entre el pudor y la atracción de ver "eso ahí". Pero, por otra parte, hecho con el debido cuidado por los principios de toda actividad artística, el trabajo de suelo puede resultar dramático, apasionado, expresivo, misetrioso y, por supuesto, bello.


Como además yo le creo todo a Morocco, dados sus antecedentes de historiadora e investigadora in situ (nada de enciclopedias para ella) pues he estado practicando algunas secuencias en el suelo que me tienen la rodilla izquierda a mal traer, aunque contenta porque mi espalda se siente mejor que nunca con esos ejercicios, sin hablar del aspecto visual de los pasos... uyuyuyuy...! la la laaaaaa...!

Así que pongo acá la traducción de su artículo "Floorwork" que pueden revisar en la página web de Morocco. Con permiso de ella y muy agradecida



Trabajo de suelo

Hace tiempo, en Habibi, hubo una carta de un hombre, según él, originario del Medio Oeste, en que decía estar molesto por algunas cosas que había visto ahí, que él nunca había visto en el lugar de donde venía, y que consideraba desagradables: el trabajo en suelo en la Danza Oriental

Me habría gustado saber dónde se estuvo escondiendo los últimos mil años, más o menos. Asumo que no es marroquí, o ciertamente habría conocido la danza del Guedra, una buena parte de la cual se hace con las rodillas en tierra. El Schikkatt tiene partes que se hacen arrodillado y a veces casi de espaldas en el suelo. El Ahouaches, de los pueblos Imin Tanout y Pasha Glaoui, tiene pasos que se hacen de rodillas. Parte del Baile Oriental (Raks Sharki) se hace ahí, sobre las rodillas, y se llama Danse du Scherezada –No me pregunten por qué, no tengo idea.


Podría creer que nunca ha visto una danza de trance Gnaoui, hecha casi enteramente de rodillas o de espalda, aunque, claro, esta danza es sagrada y nunca se ha hecho en público. Y qué decir del Baile de la Bandeja, hecha por hombres y mujeres, donde los ejecutantes bajan hasta el suelo con al bandeja (y las copas) sobre la cabeza y hacen varios pasos así, para demostrar su habilidad y su capacidad de equilibrio, incluso echándose hacia atrás o hacia adelante y ondulando el estómago –¡lento, por supuesto!. Y ¿qué hay del “Raks Al Shemodan” egipcio, la fascinante danza del Candelabro, que se realiza la mayoría de las veces en casamientos, y que definitivamente incluye una “exhibición en el suelo”?

No es turco ni proviene de ningún país turco de Asia Central, donde la Danza Oriental es parte de la tradición –ellos hacen trabajo de suelo y tienen muchas otras danzas- con secciones de baile sobre las rodillas. No me estoy refiriendo sólo a la escena final de la Danza Oryantal, que se hace en algunos nightclubes de Estambul, donde ciertos increíblemente vulgares trabajos de suelo y cierto tipo de vestuario permiten hacer un examen ginecológico desde la última fila de la sala.

De acuerdo con las cuentas históricas hechas por oficiales de la conquista romana, se describen danzas de niñas ibéricas que se hundían en el suelo, haciendo vibrar los muslos. Es un hecho que durante el reinado de Muhamed Ali en Egipto y hasta los días de hoy, para la sensibilidad victoriana de los imperialistas británicos, estuvo prohibido el trabajo de suelo y la vibración (porque este movimiento también se usa en la danza conocida como La Abeja). Después fueron prohibidos todos los tipos de danza de El Cairo por varios años.

Como sea, existen varias detalladas y precisas (en oposición a fantasiosas) pinturas y litografías orientalistas con bailarinas de rodillas, algunas con una bandeja o espada sobre la cabeza, otras sin nada. Hay también descripciones de movimientos, hechos de rodillas, como parte de una determinada pieza, en la Danza Oriental, según testigos precisos de Egipto, Siria, Turquía, Asia Central, Azerbaijan, etc.

El rey Faruk, último gobernante otomano de Egipto, fue notable por varias cosas, entre ellas por su amor por la Danza Oriental y por las bailarinas. Después de la revolución de 1954, la Danza Oriental fue prohibida por motivos religiosos por el Dr. Rageb; pero autorizada nuevamente en 1954: necesitaban los dólares de los turistas y, además, la gente lo pedía, especialmente para los casamientos. Como haya sido, se autorizó de nuevo, aunque, eso sí, bajo ciertas condiciones:

1. El torso deberá estar cubierto. Ahora saben por qué el torso está cubierto con una red que tiene a su vez un inconveniente cierre

2. Prohibido el trabajo de suelo, bajo pena de 100 libras de multa la primera vez
3. Prohibida la vibración (que yo llamo “terremoto” en oposición al popular shimmy arriba y abajo) Actualmente, algunas famosas bailarinas exageran este movimiento
4. Si alguien está tomando fotos, la bailarina debe quedarse inmóvil. Esta es la razón por la cual algunas bailarinas acostumbran, durante su danza, recorrer las mesas para tomarse fotos con los clientes. O por qué ellas paran y posan cuando se acerca un cliente al escenario a pedirles una foto. No tengo idea de la razón que hay detrás de eso.

Si una artista desobedecía y era sorprendida por algún Ministro de Licencias para Artistas (Tafteesh el feini) podría ser multada, encarcelada, podía perder su licencia, así como podía perder su derecho a hacer actuaciones pagadas en público

Las líneas de arriba me hacen pensar que el de la carta es egipcio; pero lo siento, ya me largué con el sermón: parte del Raks al Shemadan (Baile del Candelabro) se hace sobre las rodillas, en el suelo, y a veces completamente de espalda y, en este caso, la bailarina se sale con la suya porque es considerado “folclor”

En 1979, Negwa Fouad hizo uno de sus mejores shows, en que salió sentada en una silla, transportada por 2 musculosos nubios, con la música de “Sitt el Hosny”. Durante esa danza, Negwa hizo trabajo de suelo, poniéndose de lado. Capté eso en mi video Nº 4 “Estrellas de la Danza Egipcia –Negwa Fouad, Soller Zaky, Aza Sherif”

¿Cómo pudo hacer eso? Fácil: ella era la más grande estrella de la Danza de su tiempo, casada con el representante de todos los Hoteles Sheraton, y su danza se describía como hecha por una de las odaliscas de la era del sultán turco – otomano (Faruk). OK, entonces explíquenme cómo ella siguió haciendo más trabajo de suelo, en otras danzas en ese mismo show... Adoro ese show... También hizo su número de music hall de los años 40 “Dandash” donde caracteriza a una puta... ¡tremendo show!

Hace 45 años (!) cuando comencé en este negocio, todas las bailarinas hacían suelo: turcas, libanesas, algerianas, asirias, armenias, egipcias, jordanias, sirias, marroquíes, griegas y americanas, en clubes y en celebraciones familiares, por todo Estados Unidos y Europa, y en muchos de los clubes, excepto en los de El Cairo, que he visto y en los cuales he trabajado, cerca y por todo Oriente Medio, áfrica del Norte, Mediterráneo, Asia Central y el Cáucaso. En todos estos lugares, el trabajo en suelo se considera parte de la danza y se espera en un espectáculo, así que yo hice trabajo de suelo. Hay estándares de buen gusto y técnica. Algunos se han cumplido, otros no; pero el hecho era, y sigue siendo, que el trabajo en suelo es una válida y “auténtica” parte de la Danza Oriental

Así que ¿qué ha ocurrido? Casi nadie hace trabajo de suelo ahora. Por varias razones, parece ser que ha pasado de moda:
1. Algunas bailarinas creen que, si no lo ven en un video egipcio actual, no es “correcto”; pero si lo ven, entonces sí es necesario. ¿Significa esto que todas debemos hacer nuestra entrada desde arriba, en una canasta, transportada por una grúa, como Fifi Abdou? ¿O salir del interior de una almeja gigante, como Mona Said? Yo podría ser bajada por un par de muñecos musculosos ¿pero por una grúa...?
2. En algunos clubes y restaurantes, la distribución de los asientos es tal que, pasada la primera fila de mesas, nadie ve qué es lo que estás haciendo, y la gente piensa que te fuiste en mitad de la actuación o que fuiste sacrificada al dios Vulcano, así que, en esos casos, es lógico cortar esa parte del show
3. En escenarios teatrales, sólo desde los asientos del balcón se puede ver, mientras que el resto del público... bueno, pues se siente engañado
4. A menos que el área donde bailas esté limpia y suave, te puedes ensuciar, lo que arruinará tu vestuario y tu aspecto, o lo que es peor, te puedes herir

Como cualquier otra parte de la danza, es decisión de la bailarina hacerlo o no. Como sea y tal como los boys scout, deberías estar preparada, en caso de que se presenten el deseo de verlo por parte del público y un buen piso. Aprende el trabajo de suelo, y practica, practica y practica. A fin de cuentas, es genial para los músculos frontales de los muslos